OPINIÓN | De ideología: 'Xavista'

 "Ganar, ganar y volver a ganar " esta frase pronunciada  por el mítico Luis Aragonés  se la toman a pecho en Can Barça, siempre consiguen ganar pase lo que pase en el terreno de juego. Tienen una capacidad admirable para creerse sus propias mentiras y elegir a un representante en torno al que estructurar su ideología. En estos últimos años hemos pasado de revivir el 'Cruyffismo' de Koeman al 'Xavismo' actual. Es un movimiento intelectual que abarca todos los aspectos del deporte rey en España. El término intelectual resulta clave para degradar la inteligencia de quienes no comparten esta forma de ver el fútbol.

Como presidente tienen a un mago de la retórica que les hace creer que pueden fichar a Haaland teniendo que renovar a Umtiti para inscribir a Ferrán. Los barcelonistas son los únicos expertos que dan lecciones financieras sumidos en la bancarrota económica. 

La influencia de este movimiento va más allá, siendo capaz de exaltar a una buena oleada de jóvenes en el Barcelona y denigrar a los 'abuelos' del Real Madrid. Los 21 de Ferrán resultan más prematuros que los 21 del 'anciano' Vinicius.

El discurso motivador de Laporta refleja claramente lo que es el 'Xavismo': ganar aún perdiendo. El FC Barcelona siempre consigue ganar en valores, en ilusión, y en posesión. Aún estamos a la espera de que se cree un trofeo que recompense esas cualidades emocionales.

Xavi solo es la persona equivocada en el momento equivocado. El efecto Xavi se ha demostrado en los partidos importantes contra el Benfica, Sevilla, Bayer y Real Madrid. 2 meses después de la llegada de la leyenda barcelonista al banquillo, podemos hacer una evaluación negativa del rendimiento del técnico, expulsado de la Champions League, a 17 puntos del líder en La Liga y eliminado en la Supercopa de España por su máximo rival. Es apropiado parafrasear la sentencia proveniente del barcelonismo: " De las cenizas con Koeman al resurgimiento con Xavi". 

Desde Can Barça no entienden como el Madrid solo sabe ganar, mientras que los merengues no entienden como el Barcelona siempre gana, aunque el resultado ponga lo contrario. Este movimiento tiene preso al club y al barcelonismo que tendrá difícil avanzar con esta venda en los ojos.