El Gran Premio disputado en Jeddah se desarrolló bajo estas 5 claves:
Hamilton, justo vencedor
Si el heptacampeón ha sabido anteponerse a las dificultades y arrasar en Brasil, Qatar y Arabia Saudí, se dice. Si mezclamos talento, astucia, experiencia y suerte nos sale un recorte de puntos bestial que nos lleva a la última carrera con ambos empatados.
Y es que no se puede pasar por alto esta carrera. Pole gracias al fallo en clasificación de Verstappen. Primeras 10 vueltas tranquilas, hasta el accidente de Mick Schumacher que supuso un Safety Car (donde la mayoría paró, aunque Max no lo hizo) que acabó derivando en una bandera roja y cambio de neumáticos gratuito para él, que saldría primero en la resalida. En ésta, Lewis salió mejor pero Max frenó tarde, haciendo que el de Red Bull adelantara al británico por fuera de la curva 2 y permitiendo colarse a Ocon. Una vez fuera del cuello de botella de las curvas 1 y 2 se produjo un accidente múltiple donde se repitió la bandera roja.
Esto supondría otra salida pero ahora sería Ocon primero, Lewis segundo y Max tercero. Los aspirantes al título salieron mejor con respecto al francés y Max supo colocarse en primera posición. Hamilton no tardaría en quitarse a Esteban y empezar la persecución sobre Verstappen. El neerlandés llevaba un compuesto de neumáticos más blando que el británico, lo que se evidenció con una pérdida de rendimiento. Una vez lo alcanzó hubo varias acciones polémicas pero Lewis acabó adelantándolo
Verstappen no sabe vivir, todavía, con la presión
Con respecto a las acciones polémicas hay que remarcar que Verstappen es un piloto que, desde joven, se ha forjado como piloto en un equipo donde se aspiraba a ganar todo sin ser para nada habitual la derrota. No es una justificación pero en un deporte donde te juegas tanto, empezando por tu vida, no se puede ganar a cualquier precio.
Todo viene porque en la recta en la que Lewis alcanza a Max, éste, sin intención de trazar la curva (igual que en Brasil) expulsa a Hamilton fuera de la pista y le adelanta por fuera. Max debería devolver la posición, y aquí llega el punto clave: en una recta a fondo Max decide aflojar y dejar pasar a Hamilton, aunque éste sabe que es para tener luego DRS, por lo que se sitúan a velocidades relativamente bajas, uno tras otro. Max acaba frenando justo delante y Hamilton choca. Le indican que devuelva la posición y en el mismo punto, Verstappen cede, aunque cuando el británico le ha pasado, Max vuelve a tirarle el coche en el interior de la curva. De nuevo, tuvo que devolver la posición y ahora sí sería primero Lewis.
La FIA ni pincha ni corta
Cuando eres la mayor organización automovilística del mundo tienes que hacerte valer. Y si ésta temporada será una de las más recordadas por el nivel de pilotaje y exigencia en los equipos y pilotos, la otra cara de la moneda será la incompetencia de la dirección de carrera, encabezada por Michael Masi. Además de autorizar la carrera en un circuito que no ha pasado los controles básicos de seguridad, no tuvo en cuenta la opinión de los propios pilotos.
Empezando por la segunda salida donde Verstappen adelanta por fuera y se cuela Ocon. En esta acción la FIA ‘OFRECE’ (como si esto se tratara de un mercadillo) que en la tercera salida el orden de parrilla fuera Ocon-Hamilton-Verstappen. Cuando, como en todos los casos, esas acciones se trasladan a los ‘stewards’ (comisarios) y ellos sancionan o no.
Lo peor es que no es la primera carrera donde se toman ciertas decisiones que en el siguiente Gran Premio ya no se efectúan o viceversa. Tienen que llevar el reglamento por bandera, pero en ciertas situaciones, según el piloto, las sanciones o las decisiones varían. De forma que son ellos mismos los que acaban restándose credibilidad.
¡Qué pena Ocon!
Los grandes beneficiados fueron los pilotos que no pararon con el Safety Car y cambiaron neumáticos con la bandera roja. Uno de ellos fue Esteban Ocon, que, además de ese golpe de suerte, supo rodar toda la carrera en los mismos tiempos que coches superiores como el de Ricciardo o Bottas.
Lo que le faltaba a este Gran Premio era que el último escalón del podio se decidiera con una ‘foto finish’. Así fue, tras mantener muchas vueltas detrás al escudero de Mercedes, en la curva 27 de la última vuelta, Ocon sale lento y Bottas se prepara un adelantamiento que se completa con la ayuda del DRS y acaba 3º por 102 milésimas.
Vaya cagada de circuito
Si Qatar acabó siendo halagado por la sorpresa que nos supuso no esperar adelantamientos y realmente encontrarnos con un circuito muy entretenido, el de Jeddah pasará a la historia, tanto por ser el circuito que se ha hecho más rápido (en junio no estaba empezado), como por no tener en cuenta una previsión sobre una carrera de monoplazas en la que hay 27 curvas y 19 son a fondo y la gran mayoría son totalmente ciegas, la seguridad es escasa y, además, cualquier toque puede provocar un frenazo en el ritmo de carrera (Safety Car, Virtual Safety Car o bandera roja), o incluso una catástrofe mayor.
Ayer, por ejemplo y sin exagerar, podría haber ocurrido una verdadera tragedia si Nikita Mazepin (Haas) no hubiera tenido el alo (elemento protector sobre la cabeza de los pilotos), porque directamente chocó a gran velocidad con la parte trasera de Russell (Williams) e incluso el monoplaza se montó sobre el Haas.
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