La quinta carrera de 2022 se desarrolló bajo estas 5 claves:
Que el piloto neerlandés le arrebatase a Lewis Hamilton su octavo campeonato en 2021 tras haber ganado casi la mitad de las carreras disputadas no fue casualidad. Este ‘chaval’, que solo tiene 24 años y que ya lleva 7 en la categoría reina del motor, es muy bueno, y es que, en las carreras que no ha abandonado, ha acabado ganando.
Aunque es cierto que en Miami tuvo que trabajárselo más. El sábado, en clasificación, no pudo ser más que tercero (saldría tras los dos Ferrari, junto a su compañero Pérez, aunque por la zona limpia de la parrilla). Los monoplazas de ‘El Cavallino Rampante’ volaban en ‘qualy’ y se hicieron con la primera línea en la que Sainz sería segundo y Leclerc se haría con la pole.
En la salida, a pesar de arrancar igual que el madrileño, se benefició del exterior de la primera curva y se colocó 2º para empezar a atacar al monegasco. Verstappen repitió su estrategia de Imola y gestionó neumáticos con la finalidad de alcanzar a Leclerc. Dicha situación se produjo en la vuelta 9 y Charles no tuvo otra opción que esperar, durante toda la carrera, un fallo por parte del campeón del mundo que nunca llegó. Verstappen suma 26 puntos que lo mantienen 2º con 85, 19 menos que Leclerc.
Al igual que en la clasificación del sábado supieron ver los matices y necesidades que exigía la situación de hacer la pole en un circuito nuevo, en la carrera del domingo Ferrari parecía ir con una venda en los ojos. Para empezar, ninguno de sus pilotos supo prever la caída puntual del neumático medio que después acabó resucitando, y que por lo tanto les hizo parar de forma precoz. Además, en la salida, Carlos no le cerró la puerta al neerlandés, el cual consiguió situarse por delante suya en la curva 2.
El domingo volvimos a vivir una de esas salidas maravillosas a las que nos tenía acostumbrados el asturiano. Salía undécimo tras haberse visto perjudicado por la aparición de Sainz en su último intento de la Q2 (llevaba 6 décimas de mejora y tras haberse distraído con la presencia del madrileño perdió dicha mejora y no pudo pasar a Q3 por 32 milésimas) y, tras la primera vuelta, se situaba 7º.
Su verdadero dolor de cabeza fue Pierre Gasly. El de Alpha Tauri no dejó de luchar con un Alonso que se desesperaba tras ver como se le escapaba el pelotón tras haber hecho una parada 3 segundos más lenta que la de sus rivales. Esa batalla finalizó cuando Fernando se coló en la primera curva de la vuelta 38 y golpeó el monoplaza del galo, asumiendo una sanción de 5 segundos que le haría quedar 9º tras Ocon. Pero la traca final llegó en torno a la 1 de la madrugada cuando se decretó otra sanción de 5 segundos por ‘salirse de pista y ganar ventaja’ que le hizo irse de Miami sin puntuar y con un total, tras 5 carreras, de 2 puntos.
En Miami vimos, de nuevo, una exhibición por parte del piloto de Mercedes. George solo pudo ser 12º el sábado en ‘qualy’ y tuvo que plantear una carrera de remontada el domingo. Consiguió alargar su neumático duro y supo leer la carrera y esperar a un Safety Car que acabó produciéndose en la vuelta 41. La reducción del tiempo de parada le colocó tras Hamilton con neumáticos medios nuevos.
Las 12 vueltas que restaban tras la retirada del coche de seguridad presenciaron una intensa batalla entre los coches del equipo alemán. Fue una lucha que acabó llevándose el ‘novato’ frente al ‘veterano’(5º Russell y 6º Lewis) y que le permitió ser el único piloto en haber acabado en el top5 en todas las carreras de este 2022. Su cuantía total de puntos asciende hasta los 59 y es 4º en el campeonato.
La magia de la Fórmula 1 pasa porque se toquen la mayor cantidad de países posibles. No hay ninguna cita en el continente africano y quizá demasiadas en el europeo y americano. Pero de lo que debemos huir es de que un país organice 2 o 3 carreras de 22 que se disputan. Además, todas las infraestructuras y montajes han viajado a América tras haber estado en Italia para volver a Europa en 1 semana.
Pero si algo debemos evitar es que Estados Unidos acoja dos o más carreras (el año que viene se sumará Las Vegas). Es entendible que el impacto económico de Miami para la organización es brutal, pero la cantidad de idiotas por metro cuadrado es increíble. Los pilotos escoltados por motos hasta el circuito, la parrilla llena de VIPs que nadie ha pedido, seguratas por un tubo, celebraciones de podio con cascos de la NFL y una ceremonia de película de Hollywood, Luis Fonsi (puertorriqueño) cantando el himno como si de la mítica Whitney Houston se tratara, entre otras tonterías. Déjense de tanta payasada y den cobertura a naciones y continentes aislados, eso les engrandecerá, y no solo su bolsillo.
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