El entrenador catalán consigue su cuarta Premier League en cinco años
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Celebración de Pep Guardiola al ganar la Premier League |
Josep Guardiola i Sala, amado por unos y odiado por otros, consiguió el pasado fin de semana su cuarta Premier League en los últimos cinco años. Solo el Liverpool de Jürgen Klopp fue capaz de superarle en la temporada 2019/20. Una hazaña histórica que le hace colocarse en el top 2 de entrenadores con más títulos en la historia del fútbol. Un total de 32 entre Barcelona, Bayern Múnich y Manchester City. Solo le supera el mítico Sr. Alex Ferguson con 49 títulos en su trayectoria. Y superando a Mourinho, entrenador al que idolatran aquellas personas que odian a Pep, como entrenador extranjero con más títulos en Inglaterra.
Aún así, muchos se atreven a despreciar el trabajo del catalán. Sobre todo tras las actuaciones en Champions League. Hablan de fracasos europeos en el que Pep presenta una gran superioridad sobre el rival, pero que por h o por b no consigue sentenciar la eliminatoria. No solo con el Manchester City, sino con el Bayern Múnich también sufrió esos desprecios. La eliminación ante el Real Madrid, la táctica impuesta en el Wanda Metropolitano ante el empuje del Atlético de Madrid o la derrota en la final frente al Chelsea en la pasada edición entre otras muchas cosas, han sido la causa de numerosas burlas e insultos hacía el catalán. También es criticado por gastarse millones y millones de euros en fichajes sin encontrar premio en cuánto a títulos se refiere.
Pero es de envidiar lo que está haciendo Pep con los citizens. Esa gran apuesta por el fútbol ofensivo y la ambición de mejorar al equipo día a día tiene un gran mérito, además de pelear en la mejor liga del mundo. Se pudo ver en el último partido en el que se jugaba el campeonato liguero. El panorama ilustrado en el minuto 75 cuando el 0-2 del Aston Villa privaba al Manchester City alzarse con el título, fue cambiado en tan solo 6 minutos, consumando así la remontada y el alza del título.
La envidia o odio que se le tiene en España es por parte de aquellos ''aficionados'' que lo sufrieron durante su etapa en el Barcelona. Estas burlas y desprecios al técnico catalán vienen motivadas en las últimas semanas por la eliminación en Champions League por parte del Real Madrid. A pesar de que se vio una gran superioridad tanto en el partido de ida como en el de vuelta, pero que no vino acompañada de un resultado favorable para los citizens. Lo que pudo haber sido una goleada histórica en el Etihad acabó con un 4-3 dejando vivo al conjunto blanco y lo que pudo haber sido la sentencia en el minuto 86 en el Bernabéu acabó con remontada merengue.
Las redes se han inundado de memes tras los fracasos europeos de Pep. Incluso él mismo hizo referencia al partido frente al conjunto blanco en la entrevista post-partido del pasado domingo: ''Llamé al Real Madrid y me dieron un buen consejo'' haciendo referencia a modo de broma a que el conjunto español le dio las claves para remontar el encuentro ante el Aston Villa. Aprender a reírse de uno mismo, significa aceptarnos tal y como somos, con nuestras virtudes y defecto. Y Pep tiene más virtudes que defectos.
Pero aún así sigue demostrando que nada ni nadie puede con él. Que sigue siendo uno de los mejores entrenadores de la última década. Que tiene un mérito ganar cuatro Premier League en cinco años. Y muchas más cosas que lo hacen convertirse en un gran entrenador. Dejemos las críticas, envidias, desprecios, burlas y memes a un lado, dejemos también la visión que se tiene de Pep fuera del mundo deportivo y centrémonos en su idea futbolística y en su labor dentro de los vestuarios para entender el por qué de su maestría como entrenador.
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